Albóndigas de ternera
Las albóndigas de ternera son todo un clásico de nuestra gastronomía y en los últimos años este plato tan tradicional se ha ido renovando por las influencias de algunos de nuestros chefs más afamados. Después, cada uno le hemos ido añadiendo nuestras chispas de creatividad y poco a poco estamos consiguiendo que comer en casa sea un auténtico deleite.
En esta ocasión he acompañado a mis albóndigas de ternera con las célebres y picantes piparras vascas o guindillas vascas, consideradas toda una delicatessen. Dicho así, a lo mejor te pueden resultar algo desconocidas pero seguro que su versión encurtida presentada en banderillas o pinchos con anchoa te resultan más familiares.
Encontrar las piparras vascas en los mercados cada vez es más habitual, sobre todo si vives en el país vasco, donde están consideradas un producto esencial y destacable. Su frescor al morderlas, su textura carnosa, su piel fina y su presencia siempre elegante, hace que cuando cocinas con ellas tus platos destaquen y se vean aún más hermosos.
Ingredientes
Para 6 personas
• 500 gramos de ternera picada
• 200 gramos de piparras vascas
• 1 cebolla grande
• 2 zanahorias
• 2 dientes de ajo
• 3 tomates rojos maduros
• 3 cucharadas de parmesano rallado
• 1/4 de cucharada de sal de ajo ahumado
• 1/2 vaso de vino tinto
• sal común
• pimienta
• aceite de oliva
• lechuga hoja de roble para decorarDificultad
BajaTiempo de preparación
35 minutos
Pasos:
1. Coloca la carne en un recipiente y mezcla hasta integrar completamente con el queso parmesano, la sal de ajo ahumada, la pimienta y sal al gusto.
2. Haz bolas del mismo tamaño y fríelas ligeramente en una sartén con una fina capa de aceite de oliva. Un truco para que queden siempre redondas y el peso no las aplane creando una base, una vez introduzcas las albóndigas en la sartén que ha de estar muy caliente gira ésta para que las bolas rueden y se hagan uniformemente. Después transfiere a un plato.
3. En una cazuela baja rehoga la cebolla cortada en brunoisse (dados de 1 cm y medio aproximadamente). Cuando comience a estar suave y brillante añade las zanahorias y el ajo rayado, seguido de un cuarto de cantidad de piparras cortadas y un cuarto de piparras enteras. Cocina hasta que todos los ingredientes estén tiernos y fusionados.
4. Tritura los tomates y añádelos a la sartén, salpimienta al gusto, remueve y deja que la mezcla espese.
5. Ahora el vino. Integra y espera un par de minutos a que evapore el alcohol….
… adentro las albóndigas. Mantener en la fuente de calor unos 5 minutos más, meneando la cazuela cada 30 segundos.
6. Fríe el resto de las piparras en una sartén con aceite de oliva, sazona al gusto y antes de servir ponlas por encima de la cazuela junto a las tiernas y crujientes hojas de la lechuga de roble.
Jugosas, tiernas, ¡perfectas!
Unas albóndigas de ternera convertidas en todo un escándalo de sabor
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