Seguimos en temporada de la verde, redonda y compacta alcachofa, una de las verduras favoritas de mi madre y con la que se deshacía en halagos cada vez que las presentaba en la mesa. A mis hermanos y a mi no nos hacían mucha gracia, pero con el tiempo y las maravillosas habilidades de nuestra madre en la cocina, aprendimos apreciarlas y disfrutarlas hasta tal punto que al día de hoy ocupan un lugar privilegiado dentro de nuestra dieta.
Saludables, depurativas, diuréticas, generosas en fibra, calcio y fósforo, su sabor está lleno de interesantes matices entre los que destaca una pincelada amarga y su regusto dulzón al final que a todo buen amante de esta verdura, considerada el oro verde de nuestra tierra, le apasiona.
La alcachofa admite multitud de preparaciones e ingredientes que engrandecen aún más su delicado sabor. Comer sus primeros pétalos con los dedos y deslizarlos suavemente entre los dientes para extraer toda su suave carne, es una sabrosa experiencia que no te debes perder.
Como tampoco debes perderte estas excelentes alcachofas estofadas que seguro has cocinado más de una vez. El término estofar es una técnica de cocción que nuestras madres, sobre todo nuestras abuelas, utilizaban con asiduidad y que consiste en cocinar en un recipiente cerrado, lenta y prolongadamente un alimento ligeramente sumergido en sus propios jugos o caldos para aportar aún más aroma e intensidad. Un método nada complicado que da como resultado un plato muy sabroso, difícil de igualar.
Los ingredientes
para 4 personas8 alcachofas
1 cebolla
2 dientes de ajo
200 gramos de tocino en tiras
1 cucharada de harina
½ vaso de vino blanco
1 vaso del agua de remojo de las alcachofas
1 limón
perejil
tomillo fresco o seco
romero fresco o seco
sal
pimienta
4 cucharadas de aceite de olivaDificultad
BajaTiempo de preparación
35 minutos
Paso 1
Llena de agua ¾ partes de un recipiente. Sumerge un puñado de perejil junto al limón exprimido dejándolo después introducido en el agua.
Corta parte del tallo de las alcachofas y resérvalo. Retira únicamente las primeras hojas de las alcachofas, córtalas en cuatro y sumérgelas en el agua para evitar que se oxiden y pierdan su bonito color mientras preparas el resto de la receta.
Paso 2
Calienta el aceite de oliva en una cazuela. Trocea en pequeños dados los ajos y la cebolla y rehoga suavemente hasta que empiecen a estar brillantes.
Recorta todos los bordes del tallo de las alcachofas que tenías reservados e incorpora a la cazuela, cocina todo junto removiendo ocasionalmente durante un par de minutos.
3.- Agrega el tocino, una cucharada de harina, el perejil fresco, el tomillo, el romero y fríe todo junto durante 1 o 2 minutos sin dejar de revolver.
4.- Vierte el vino y de nuevo remueve hasta que el alcohol evapore…
… ahora un vaso del agua donde han estado en remojo las alcachofas. Deja que vuelva a coger temperatura, después cierra con una tapadera y cocina durante 40-45 minutos a fuego medio.
Presenta tus alcachofas estofadas con un cordón de aceite de oliva y decora con unas finas rodajas de limón.
Sabores de siempre que permanecen en nuestra vida.
Alcachofas estofadas
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