De pequeñita soñaba con ser mayor para poder tomar un café bien caliente al igual que mis padres y mis hermanas. Recuerdo con absoluta claridad esos diminutos sorbitos que mi madre me daba y que saborea como el mejor de los caramelos. Aún siento el calor de la cerámica en mis manos cuando cogía su taza para disfrutar de ese momento tan preciado para mí.
Si eres amante del café como yo y deseas disfrutar de un aromático, fragante y sedoso café hay que hacer las cosas bien. Selecciona una marca de calidad, al ser posible orgánico. Su precio es más elevado, pero personalmente prefiero ahorrar en otras partidas de la casa y darme el placer de sentir el verdadero sabor de un buen café.
¿EN QUÉ DEBEMOS FIJARNOS A LA HORA DE COMPRAR CAFÉ?
Si quieres asegurarte la permanencia de los aromas, las fragancias y el sabor del café, debes fijarte en aquellos envases que lleven una válvula. Esta válvula que para muchos pasa desapercibida, tiene la función de permitir que el gas que genera el café pueda salir pero no pueda entrar el oxigeno, causante de la pérdida de sabor.
Por supuesto, aquellos que vienen envasados al vacío, bien sea en lata o en bolsas, también nos asegura un café con sus aromas intactos.
Otro dato al que hay que prestar atención es a la fecha de envasado, ya que no es lo mismo saborear un café tostado hace poco tiempo, a uno que ha pasado hace meses por la tostadora.
¿CÓMO CONSERVAR EL CAFÉ?
Una vez llegues a casa con tú compra mi consejo es que lo conserves en frascos herméticos fuera de la luz y en lugar fresco. Evita colocarlo cerca del horno, vitrocerámica, microondas, etc… ya que las temperaturas cálidas aceleran el proceso de oxidación.
También has de tener presente que según vas rellenando tu cafetera la cantidad de café va a ir disminuyendo del frasco y por lo tanto la proporción de aire va a ser cada vez mayor. Si no haces algo, la perdida de sus fragancias y su sabor desaparecerán mucho más rápido.
Para que esto no suceda, el truco es poner film transparente de cocina sobre el café y pegado a los bordes, así la proporción de aire en contacto con el café será mínima y se conservará mucho mejor.
Algunos baristas recomiendan incluso congelarlo, eso sí, dentro de su propio paquete y sin abrir. Un método que viene fantástico cuando encuentras alguna oferta de buen café en el supermercado.
DIFERENTES FORMAS DE PREPARAR CAFÉ
Frío, caliente o templado, asegúrate siempre de que el resultado sea un sorbo intenso, sedoso con sabor a café café.
Espresso
Se necesita una cafetera espresso y se presenta en tazas pequeñas con una deliciosa capa de crema en la superficie debido a la presión.
Café arábigo o turco
Para los muy cafeteros. Es un café muy concentrado que se sirve también en tazas pequeñas. Se prepara hirviendo directamente el café molido en agua hasta conseguir una consistencia harinosa.
Carajillo
Muy popular en nuestro país, consiste en mezclar un café espresso con un toque de coñac al gusto. Se pueden preparar otras variantes con baileys o ron.
Café brile
Muy similar al carajillo. Se prepara quemando brandy con piel de limón y mezclándolo con un espresso o café solo.
Café cortado
Es un espresso con un poco de leche o espuma de leche.
Café crème
Un habitual francés. Se hace igual que un cortado, pero sustituyendo la leche por crema de leche. El resultado en más cremoso y agradable.
Café latte
Aquí necesitas un tercio de café espresso, dos tercios de leche al vapor y una capa adicional de leche bien espumada, aproximadamente de un centímetro.
Café capuchino
Prácticamente igual que el café latte, con la diferencia que lleva menos leche y menos espuma.
Café cubano
Haz una crema espesa batiendo azúcar con un poco de café líquido. Después, vierte el café preparado en una cafetera pistón o italiana.
Café irlandés
Calienta durante unos segundos en el microondas whisky con azúcar al gusto. Sirve encima el café y termina con nata montada.
Café escocés
Se hace igual que el irlandés pero se sustituye la nata por helado de vainilla.
Café vienés
Prepara un espresso doble, añade azúcar y remueve hasta que se disuelva. Monta nata con un poco de azúcar y ponla lo sobre el café, espolvorea chocolate, vainilla o canela para decorar.
Café bombón
En este caso al café se le añade leche condensada al gusto.
Moca o mocachino
Mezcla leche con un buen sirope de chocolate. Sirve un café espresso en la taza, luego la leche chocolateada, un centímetro de espuma de leche y espolvorea encima cacao o una lágrima de sirope de chocolate. También puedes ponerle una montaña de nata montada.
Caramel macchiato
Añade una cucharadita de sirope de vainilla y otra de sirope de caramelo en una taza. Vaporiza leche y añádela. Termina con un buen espresso por encima.
Café frappé
Un habitual del verano. Se pone en una licuadora una taza de leche fría, 4 cucharadas de almíbar de café, 1/2 cucharada de extracto de vainilla y dos cucharadas de un buen sirope de chocolate. Lo vertemos sobre un vaso lleno de hielo pilé, decoramos con nata montada y decoramos con almendra y chocolate molido.
(Para preparar el almíbar de café calentamos en una cazuela hasta obtener una textura cremosa: agua, azúcar y café espresso).
Café de olla
¡Uno de mis favoritos! Calienta un litro de agua en una cazuela y añade 125 gramos de piloncillo o panela, 2 anises estrellados, 2 ramas de canela, 1 clavo de olor y la piel de una naranja sin la parte blanca. Deja hervir un par de minutos e incorpora 8 cucharadas de café molido de calidad. Apaga el fuego mantén 2-3 minutos más y vierte en una cafetera pistón retirando previamente las ramas de canela, la piel de naranja y el anís estrellado.
OTROS USOS DEL CAFÉ EN LA COCINA
Existen muchas formas de agregar café a nuestras recetas para dotarlas de un sabor más especial y único. Anímate a preparar estas ideas y sentirás una agradable diferencia.
Vinagreta de café
Combina en un frasco 1/2 cucharada de café soluble de calidad, 2 cucharadas de vinagre de jerez, 5 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharada se semillas de mostaza, pimienta blanca recién molida y sal al gusto. Cierra con la tapadera y mueve el frasco hasta conseguir una cremosa emulsión.
Puedes usar esta vinagreta sobre tus ensaladas verdes, de tomate, sobre unos espárragos blancos, unas verduritas a la plancha, carpaccios, quesos, e incluso dejar caer unas gotas sobre un pescado cocinado a la plancha.
Reducción de café
Es perfecta para decorar platos y aportar un toque magistral y exclusivo de sabor.
En una cazuela vierte una taza de café expreso, 2 cucharadas de azúcar integral de caña o miel, una taza de agua y reduce a fuego lento hasta obtener una consistencia de crema espesa.
Salsa de café para asados
Mezcla una taza de café caliente con 80 gramos de mantequilla, una cucharada de azúcar integral de caña, 1 cucharada de mostaza, 2 cucharadas de salsa perrins, pimienta y sal al gusto. Remueve todos los ingredientes hasta que la mantequilla se disuelva por completo.
Impregna poco a poco la carne mientras se asa.
Adobo de café para carnes, pescado o verduras
Combina en un recipiente una taza de café enfriado, 2 cucharadas de melaza, 3 cucharadas de crema de vinagre balsámico, un diente de ajo rallado, media cucharadita de jengibre rallado, una cucharada de mostaza, una cucharada de tomillo fresco picadito o en especia, otra cucharada de romero, una cayena partida, un cuarto de cucharadita de pimentón dulce, sal y pimienta. Mezcla muy bien y conserva en el frigorífico. Cuando quieras usarlo viértelo en una bolsa hermética, incorpora el alimento y deja marinar unas horas antes de cocinarlo.
¿Has probado algunas de estas formas de tomar café?
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