Estas pequeñas bolitas premiadas por su brillante y hermoso color verde eran las mismas que de pequeñas solíamos retirar del plato mis hermanas y yo ante la atenta mirada de mi madre que siempre nos decía: –pero si son muy dulcecitos y buenos para vuestro corazón…- Y como mi madre, siempre ha sido una madre ¡¡ma-ra-vi-llo-sa!!, y utilizaba ese tono tan suave y melodioso, solo el hecho de escucharla, hacía que los comiéramos sin rechistar. guisantes con setas de cardo
Después me hice mayor y aprecié aún más todo el sabor que encerraban siendo tan pequeñitos y redondos. Aprendí a cocinarlos de mil maneras, a sentir el dulzor que decía mi madre con su textura suave y almidonada. Comencé a mezclarlos con otros ingredientes para fusionar sabores y descubrí sus maravillosas propiedades para la salud, y hoy, cómo no podía ser de otra manera, soy una gran consumidora y admiradora de ésta mágica verdura.
Si tú aún no lo eres, comienza con esta receta de guisantes con setas de cardo, ¡y no tardes en hacerlo!, porque te estás perdiendo un fascinante manjar de la madre tierra.
Guisantes con setas de cardo
Ingredientes
- 400 g guisantes frescos
- 300 g setas de cardo
- 1 cebolla grande
- 3 dientes de ajo
- 1 chile rojo (opcional)
- 1/2 vaso vino blanco
- 1/2 vaso caldo de verduras
- 1/2 cda maicena
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
Elaboración paso a paso
- Pon a calentar una sartén con 3 cucharadas de aceite de oliva y rehoga la cebolla cortada en medio aro. Cuando comience a estar brillante añade los ajos y el chile en láminas, cocina todo junto durante unos minutos más.
- Añade la maicena, remueve para que se integre y después vierte el vino. Chisporroteará y comenzarás a respirar su delicioso aroma afrutado, deja un par de minutos para que evapore el alcohol e incorpora los guisantes lavados.
- Vierte el caldo de verduras y salpimienta al gusto.Mantén la temperatura hasta que comience la ebullición. Como en casa nos gustan crujientes los dejaré a fuego vivo solo un par de minutos. Pero si a ti, te gustan más tiernitos, vigila hasta conseguir tu textura ideal. ¡Pero cuidado! si te pasas de tiempo, la piel que les recubre se desprenderá y te quedarán arrugaditos y feos.
- Corta las setas de cardo y fríelas con dos cucharadas de aceite de oliva en una sartén hasta que estén bien doradas.
- Sirve los guisantes y encima coloca las sabrosas setas que aportarán un maravilloso sabor a bosque.
Notas
- Si quieres conseguir un sabor más intenso, a la hora de rehogar la cebolla añade varias vainas de guisantes. Eso sí, no te olvides quitarlas una vez que el alcohol del vino se haya evaporado.
- Puedes utilizar guisantes congelados, pero has de saber, qué ni su sabor, ni su textura, serán iguales.
- Una vez cocinados puedes conservarlos en un tupper de cristal y congelarlos. De esta manera tendrás tu comida lista para un día donde el tiempo no sea tu aliado.
- A la hora de descongelarlos, la mejor manera es hacerlos al baño maria. De esta manera la piel del guisante permanecerá lisa y firme.
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