imagen food and travel México
Se acerca el Día de Muertos (1 de noviembre), una de las fiestas más importantes del país de las maravillas: México. Es tan importante este día para los mexicanos que en el 2008 la Unesco declaró la festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de México.
La creencia de esta conmemoración es que las almas de los que se fueron regresan a la tierra durante estos días a visitar a los que están vivos y éstos les reciben con una ofrenda maravillosamente hermosa y colorida. Preparan un altar con su imagen enmarcada y lo decoran con papel picado, flores, velas y su comida favorita: bebida, dulces, frutas, calaveritas de azúcar, e incluso algunos recuerdos terrenales favoritos, para que a su llegada se sientan recordados, abrazados y queridos.
Quién no ha visto la película Coco, donde narran cuidadosamente y al detalle esta celebración tan extraordinariamente viva. En ella expresan la importancia y la necesidad de mantener vivos a los que se fueron a través de los pensamientos y recuerdos, y es que como decía Gregorio Marañón –Nadie más muerto que el olvidado-
Pues bien durante estos días, donde el día primero según la tradición, bajan primero los niños difuntos, y el segundo los adultos, los mexicanos se reúnen para rezarles y recibirles comiendo algunos de sus platillos favoritos; dicen que los olores de estos platos al cocinarse les ayudan a encontrar el camino de regreso a casa desde el cielo, por eso también hacen un camino desde el cementerio hasta el pueblo con velas y flores de cempasúchil, que solo florecen después de las lluvias.
Sin ninguna duda la forma en que los mexicanos recuerdan a sus muertos es envidiable y exageradamente hermosa… ¡mucho que aprender de ellos!
Pan de Muerto
Una de las ofrendas más presentes en los altares es el pan de muerto: una masa de pan dulce, tierna y muy aromática.

imagen de Rústica
Los ingredientes
500 gramos de harina
180 gramos de azúcar
1 cucharadita de sal
1 cucharada de ralladura de naranja
160 gramos de mantequilla pomada
1 cucharada de aroma de azahar
2 anises estrellados
piel de un limón (solo la parte amarilla)
100 ml de agua
1 huevo + 10 yemas
masa madre
Para la masa madre
150 g de harina
80 g de leche templada
4 gramos de levadura fresca
Para el terminado
1 cucharada de mantequilla fundida
1/2 taza de azúcar para el terminado
1 huevo
1 cucharada de agua
Pasos:
1. Preparar la masa madre:
Deshaz con las manos la levadura en la harina. Vierte la leche templada y mezcla hasta obtener una masa elástica. Termina haciendo una bola y dejar reposar 3 horas. (también se puede hacer el día anterior, conservarla en la nevera y antes de preparar el pan de muerto deja una hora a temperatura ambiente)
2. Calienta el agua hasta que rompa a hervir, retira de la fuente de calor y pon el azahar, el anís estrellado y la piel del limón, cubre con una tapadera y deja infusionar por 5-10 minutos.
3. Haz una montaña con la harina cernida y agrega el azúcar, la sal, la ralladura de la naranja y la mantequilla pomada. Amasa con las manos hasta obtener una textura arenosa.
4. En este momento incorpora poco a poco la infusión sin dejar de amasar, cuando esté perfectamente integrada, agrega el huevo y después las yemas de una en una. Sigue amasando con fuerza durante unos 15 minutos, -para que el amasado sea perfecto utiliza la almohadilla de las manos para estirar y los dedos para recoger-. Una vez obtengas una masa suave y elástica deja reposar 10 minutos cubierta con papel film.
5. Pasados los 10 minutos incorpora la masa madre y amasa hasta que sientas que está completamente elástica y no se pega en tus manos. Cubre con un paño y deja reposar unas 3-4 horas, tiempo en el que habrá doblado su tamaño.
6. Pasado el tiempo de reposo hay que desgasificar, por lo que nuevamente hay que amasar suavemente durante un par de minutos más.
7. Ahora t¡enes ante ti una masa de 1 kilo 200 gramos aproximadamente, así que decide si quieres un pan grande de 24 raciones o dos panes de 12 porciones.
8. Antes de dar forma al pan reserva una porción de masa para decorar.
9. Amasa hasta hacer una bola y deja que el peso cree una base plana. Con la masa reservada haz una bolita y moldea unos huesos. Coloca la bola en el centro del pan y los huesos a los lados.
Barniza con huevo batido mezclado con agua y deja reposar de nuevo 1 a 2 horas, hasta que doble su volumen de nuevo.
10. Precalienta el horno a 190º y hornea el pan por 10 minutos, después baja los grados a 170º y hornea otros 20-30 minutos más o hasta que el pan obtenga un bonito color dorado.
Deja enfriar sobre una rejilla y barniza con mantequilla fundida, dejando caer rápidamente una lluvia de azúcar blanca hasta cubrir todo el pan.
receta adaptada del blog Rústica
Calabaza en tacha
Seguimos con la hermosa tradición que tienen los mexicanos para el día de los difuntos. Sus altares y costumbres abren de nuevo el camino a ‘sus adelantados’ como ellos llaman a los que un día se fueron, y les rinden un hermoso recuerdo cocinando sus platillos favoritos. Esta calabaza en tacha es otro dulce típico para el altar.
Los ingredientes
1 kilo y medio de calabaza
450 gramos de panela
(piloncillo, melaza comprimida o panocha)
3 ramas de canela
2 litros de agua
Pasos:
1. Comienza lavando el exterior y corta la calabaza sin desechar las pipas, ni las hebras. En esta receta se aprovecha todo y todo está buenísimo.
2. En una cazuela pon los dos litros de agua y añade la panela entera, las ramas de canela y la calabaza.
3. Ahora solo debes dejar que coja temperatura y cuando comience a hervir fuerte, baja la intensidad del fuego a medio-bajo. Deja que se cocine lentamente y sin tapar durante 2 o 3 horas, o hasta que veas que la calabaza está tierna.
4. El olor que desprende al cocinarse es sencillamente espectacular e impregnará toda tu casa con sus deliciosos aromas.
5. Coloca la calabaza con todo el jugo restante en una fuente (que por cierto, está espectacular) y sirve con helado de vainilla.
Pozole, platillo de ofrenda
Uno de los más representativos es el delicioso y sabroso pozole. Considerado una de las ‘obras maestras’ de la gastronomía mexicana desde la época prehispánica, es otro de los platillos obligados que presiden el altar de muertos.
Los ingredientes
½ kilo de maíz pozolero
½ kilo de carne de cerdo
1 codillo
1 cebolla
1 cabeza de ajos
2 litros de agua
2 cucharadas de orégano
hojas de lechuga
10 rábanos
chile de árbol al gusto
3 limones
6 tortillas
1 lata de frijoles refritos
queso apetina
nata espesa
Pasos:
1. La noche anterior pon el maíz en una cazuela y cubre con agua.
2. A la mañana siguiente, desecha el agua y descabeza el maíz (la punta del grano más dura) Incorpora el maíz limpio a una cazuela junto a dos litros de agua, una cebolla, una cabeza de ajos, la carne de cerdo, el codillo, la sal y el orégano.
3. Dejamos que se cocine a fuego alto y cuando comience a hervir baja a fuego medio y mantén durante dos horas.
4. Cuando la carne esté tierna se saca y se deja enfriar.
Deja que el maíz continúe cociendo durante una hora más, ó hasta que comience a romperse.
Si vee que el caldo reduce demasiado, añade un poco más de agua caliente.
5. Cuando esté tierno el maíz, retira y desecha la cebolla y la cabeza de ajos. Tapa la cazuela y deja que repose al menos una hora.
6. Ahora vamos a preparar todo el acompañamiento de este sabroso caldo:
Una vez fría la carne y el codillo, se corta en trozos pequeños y se presenta en boles separados.
Pica en tiras muy finas la lechuga, y en cuadraditos: los rábanos y la cebolla, y en cuartos, los limones. Dispon cada ingrediente en un recipiente, junto al orégano y el chile de árbol triturado. De esta manera cada comensal completará su platillo al gusto.
7. Preparamos los frijoles, que calentamos en una sartén y removemos hasta que tomen temperatura.
8. Freímos las tortillas en abundante aceite hasta que se doren.
¡Todo listo! Vamos a presentar el pozole en platos hondos.
Primero se sirve el maíz con el caldo y se le agrega la carne, la lechuga, los rábanos, la cebolla picada, el orégano, el chile y un cuadradito de limón.
Preparamos la crujiente tortilla extendiendo los frijoles con queso y nata al gusto y la colocamos a un lado del plato.
Mole con pollo
Para este clásico mexicano vamos a utilizar el mole en pasta, ya que para elaborar el mole negro se necesitan una variedad de chiles (mulato,ancho y pasilla) que no podemos encontrar aquí fácilmente. Es sencillo, muy rico y por supuesto no puede faltar en las ofrendas del Día de Muertos.
8 patas de pollo
8 tazas de agua
1 1/2 cucharada de sal
2 hojas de laurel
semillas de sésamo tostado
Pasos:
1. Transfiere las patas de pollo a una olla y cúbrelas con agua, la sal y el laurel. Cocina a fuego alto hasta que rompa a hervir, después baja la temperatura por 30 minutos más o hasta que el pollo esté completamente cocido y tierno.
2. Vierte la pasta de mole en una olla sobre fuego alto, vierte una taza de caldo de pollo y remueve hasta deshacer la pasta por completo, seguido añade el caldo restante y revuelve.
3. Retira el pollo a una fuente, cubre con el mole y decora con semilla de sésamo tostado.
receta adaptada del blog que rica vida
Café de olla
Desde que probé por primera vez en casa de Estrella este café de olla, he de confesar que se ha convertido en una de mis bebidas favoritas. El aroma que desprende al prepararlo es sencillamente embriagador, su perfecta y equilibrada mezcla de especias y el dulzor del piloncillo te envuelve delicadamente regalándote un sabor tan diferente del café como especial, además el café de olla es otra de las bebidas que se toman en el día de Muertos.
Ingredientes
Para 1 litro de café
8 cucharadas de café molido de calidad
1 piloncillo de 125 gramos
2 anís estrellados
2 ramitas de canela
1 clavo de olor
la piel de una naranja sin la parte blanca
Pasos:
1. Poned en una cazuela todos los ingredientes excepto el café y calentar suavemente hasta que el piloncillo esté completamente disuelto. Este ingrediente lo podéis encontrar en grandes superficies o en supermercados latinos.
2. Apagar el fuego, añadir el café, remover un minuto, colar y servir caliente.
Lo perfecto para presentar este café de olla es verterlo en una cafetera pistón o cafetera de embolo.
Si quieres más datos de la receta, pincha aquí
Los platillos más tradicionales del Día de Muertos
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