Doradas por fuera y exageradamente cremosas y tiernas por dentro, así son mis torrijas horneadas con leche y vino.
A estas alturas de Cuaresma ya toca prepararlas al horno y empezar a restar alguna caloría que otra, pero no creas que al hornearlas pierden textura y sabor, ¡para nada!, resultan igual de deliciosas y suaves que las fritas en aceite.
Pese a tener un origen humilde, la fama de las torrijas ha crecido con el paso de los años y su consumo se ha extendido de tal manera que existen multitud de maneras de prepararlas: con miel, mermelada, chocolate, con café irlandés, la favorita de mi marido, de naranja, con mi especial salsa de caramelo, de limón etc... pero las clásicas y las conocidas en todo el mundo son las de leche y vino.
Una de las maravillas cuando hago torrijas es el viaje al pasado, sin quererlo, vuelo hasta mi infancia para recordar las fabulosas tardes en las que mi madre preparaba dos fuentes enormes que apenas duraban 24 horas. También es cierto, que éramos cinco criaturas ávidas e impacientes a que ella nos diera vía libre para empezar a devorarlas, y ya podía tener cuidado si quería reservar alguna para mi padre, porque nos lanzábamos con verdadera ansiedad. No era para menos, porque mi madre borda las recetas de las torrijas de miel y vino y las de leche y canela. ¡Nadie como ella las hace igual!, yo lo he intentado y lo cierto es que se parecen bastante, pero…. cuando voy a verla y pruebo las suyas, me doy cuenta de que aún me queda mucho que aprender: madre no hay más que una y como la mía, ¡ninguna!.
¡Feliz Pascua!
Ingredientes:
• 1 barra de pan especial de torrijas
• 3/4 litro de leche
• 1 limón
• 2 huevos
• 1 cucharada de canela en polvo
• azúcar blanca
• 1 vaso de vino blanco dulceDificultad:
NormalTiempo de preparación:
30 minutos
Paso 1
En un bol grande vierte la leche a temperatura ambiente, el vaso de vino blanco, la cucharada de canela en polvo y azúcar al gusto. Mezcla con unas varillas hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados y el azúcar disuelto.
Paso 2
Con un pelador corta la piel del limón e introduce en el microondas durante 30 segundos. Después añádela a la leche y así aportará un delicado perfume a limón. Deja reposar la mezcla 30 minutos.
Paso 3
Ahora corta la barra de pan en rebanadas de 2 cm de grosor aproximadamente y dispónlas en una fuente.
Paso 4
Vierte la leche aromatizada con canela y vino, asegurándote de que quedan bien empapadas.
Paso 5
Bate los huevos. Un pequeño truco para que doble su volumen y te cunda mucho más, es comenzar batiendo las claras y después las yemas. Verás como te sorprende el resultado.
Paso 6
Coge con cuidado las rebanadas de pan empapadas en leche y pásalas por el huevo. Dsitribuye en una bandeja cubierta con papel de hornear e introduce en el horno durante 7 minutos a 180º. Como cada horno es un mundo, no dejes de observar.
Paso 7
Cuando veas que están doradas dales la vuelta y pincela otra vez con huevo. ¡De nuevo al horno para que se doren!.
Su aspecto es delicioso y al ser horneadas nos quitamos muchas calorías.
Sírvelas tal cual y que cada uno se añada al gusto la leche aromatizada en vino y canela.
Como toque final se puede espolvorear un poco de canela.
Torrijas horneadas con leche y vino; cremosas y suaves.
Torrijas horneadas con leche y vino
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