Llena de agua ¾ partes de un recipiente. Sumerge un puñado de perejil junto al limón exprimido dejándolo después introducido en el agua.Corta parte del tallo de las alcachofas y resérvalo. Retira únicamente las primeras hojas de las alcachofas, córtalas en cuatro y sumérgelas en el agua para evitar que se oxiden y pierdan su bonito color mientras preparas el resto de la receta.
Calienta el aceite de oliva en una cazuela. Trocea en pequeños dados los ajos y la cebolla y rehoga suavemente hasta que empiecen a estar brillantes.Recorta todos los bordes del tallo de las alcachofas que tenías reservados e incorpora a la cazuela, cocina todo junto removiendo ocasionalmente durante un par de minutos.
Agrega el tocino, una cucharada de harina, el perejil fresco, el tomillo, el romero y fríe todo junto durante 1 o 2 minutos sin dejar de revolver.
Vierte el vino y de nuevo remueve. Deja que comience a hervir para liberar el alcohol.
Ahora agrega un vaso del agua donde han estado en remojo las alcachofas. Deja que vuelva a coger temperatura, después cierra con una tapadera y cocina durante 40-45 minutos a fuego medio.
Presenta tus alcachofas estofadas con un cordón de aceite de oliva y decora con unas finas rodajas de limón.