En un bol grande vierte la leche a temperatura ambiente, el vaso de vino blanco, la cucharada de canela en polvo y azúcar al gusto. Mezcla con unas varillas hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados y el azúcar disuelto.
Con un pelador corta la piel del limón e introduce en el microondas durante 30 segundos. Después añádela a la leche y así aportará un delicado perfume a limón. Deja reposar la mezcla 30 minutos.
Ahora corta la barra de pan en rebanadas de 2 cm de grosor aproximadamente y dispónlas en una fuente. Vierte la leche aromatizada con canela y vino, asegurándote de que quedan bien empapadas. Déjalas unos 2 minutos por cada lado.
Mientras, bate los huevos. Coge con cuidado las rebanadas de pan empapadas en leche y pásalas por el huevo. Distribuye en una bandeja cubierta con papel de hornear e introduce en el horno precalentado a 200º durante 4-5 minutos. (el tiempo dependerá del grosor en que hayas cortado la rebanada)Cuando veas que están doradas dales la vuelta y pincela otra vez con huevo. De nuevo al horno hasta que se terminen de dorar.
Sírvelas tal cual y que cada uno se añada al gusto la leche aromatizada en vino y canela. Como toque final se puede espolvorear un poco de canela.
Notas
A la hora de batir los huevos un pequeño truco para que doble su volumen y te cundan mucho más, es comenzar batiendo las claras y después las yemas.
Asegura siempre que todo el interior de la miga queda completamente empapada en leche.
Cuando cojas la rebanada de pan desde la leche para pasarla por huevo, sujétala sobre tus dedos y mueve la mano de arriba hacia abajo para que se desprenda el exceso de leche.
Las torrijas nunca se pasan por harina.
El horno ha de estar precalentado a 200º grados para que el sellado de la torrija sea rápido.
Una vez horneadas pueden durar 2 o 3 días. Aunque lo mejor es comerlas templaditas, ya que su miga está mucho más cremosa, lechosa y rica.
Si quieres saborear otras versiones aquí puedes encontrar más.