Comienza por lavar y trocear el puerro, las cebollas, las zanahorias, el nabo, el apio, los rabanitos, y pica muy menudito el jengibre y el ajo.
En una cazuela pon a calentar una fina capa de aceite de oliva y rehoga primero las cebollas, el puerro, las zanahorias y el nabo.
Cuando comiencen a brillar añade los pimientos, el apio, el jengibre, el chile y el ajo. Deja que se tuesten un poquito en el fondo de la cazuela, de ésta manera cuando añadas el agua se desprenderá lentamente dando a tu sopa un sabor mucho más intenso y profundo.
Ahora incorpora el tomate frito, las hojas frescas picaditas de perejil y tomillo (o en especia sal y pimienta al gusto. Dale un par de vueltas durante 1-2 minutos e incorpora el agua. Al estar estamos preparando una sopa súperpoderosa utiliza preferiblemente agua filtrada o agua mineral.
Personalmente me encanta percibir un toque crujiente en la sopa, así que es ahora cuando incorporo los rabanitos cortados en rodajas, las 3 o 4 rodajas de lima que aportarán un excelente y saludable toque ácido, (si eres de los que no toleran bien el ácido, sencillamente incorpora menos cantidad, con 1 o 2 rodajas, será suficiente para tener un delicado y suave toque cítrico), y por último añade los tomates cherry enteros.Cuando veas que comienza a burbujear reduce la intensidad del fuego y cocina durante 12-15 minutos. Sirve tu sopa depurativa adornada con un poco de perejil y descubre todo lo bueno que se concentra en ella.