Corta los contramuslos en trozos pequeños y colócalos en un cuenco con el aceite, la salsa de soja, el vinagre de arroz y la harina de maíz. Mezcla bien con las manos para fusionar todos estos deliciosos sabores, cubre con film transparente y deja reposar durante una hora en el frigorífico.
En una sartén wok o en una sartén normal calienta tres cucharadas generosas de aceite y aromatízalo con la pimienta, el ajo y la guindilla.
Cuando comience a desprender aroma añade las verduras cortadas junto al jengibre y cocina hasta que comiencen a estar tiernas y brillantes. Después transfiere el pollo mariando y cuando esté dorado 2-3 minutos, vierte la salsa de ostras, el azúcar y la salsa de soja al gusto. Revuelve rápida y uniformemente y verás como en pocos segundos tu cocina se impregna de un delicioso aroma asiático.
Ahora los anacardos, el cebollino, un par de meneos al wok y listo.