La noche anterior pon los garbanzos a remojo en agua templada para que comience su hidratación.Por la mañana elimina el agua y lávalos al menos un par de veces. Ponlos en una olla rápida junto a una hoja de laurel, 3 dientes de ajo enteros y sin pelar, la cebolla entera sin las primeras capas, una pizca de sal y cubre 3 dedos por encima con agua caliente Cierra la olla y una vez que suban las anillas manténlos a fuego bajo durante 12 minutos.Una vez puedas abrir la olla escurre el agua y conserva los garbanzos.
Pon a calentar una sartén con una fina capa de aceite de oliva y rehoga la cebolla picada muy menudita. Cuando empiece a brillar y a estar translucida incorpora el ajo laminado y la manzana reineta cortada en pequeños dados. Cocina todo junto durante unos 5-6 minutos más.
Cuando observes que todos los ingredientes están blanditos y cocinados incorpora el curry y los copos de chile para darle ese toque picante. Mezcla hasta integrar y verás como en pocos segundos tu cocina se inunda con el exótico perfume del curry.
Vierte el caldo de pollo y sube el fuego hasta que comience a burbujear. Salpimienta al gusto y deja reducir unos minutos.
A continuación, la leche de coco que le dará un excelente toque cremoso y sabroso. Antes de abrir la lata dale una buena sacudida para que la pulpa se disuelva.Deja que vuelva a tomar temperatura y cocina durante 3 o 4 minutos más.
Vuelca los garbanzos y mezcla suavemente hasta que todos los deliciosos sabores se integren.
Presenta estos sabrosos garbanzos sobre una cama el arroz asegurándote de poner una buena cantidad de salsa y una generosa lluvia de piel de lima rallada.