Septiembre es el mes en que decimos adiós a muchos productos del verano. Es la temporada donde los mercados cambian de color, de olor, donde pierden presencia algunas de las frutas más jugosas que nos da la tierra y comienza lo mejor del otoño.
Si tuviera que elegir alguna de mis frutas favoritas creo que me quedaría con todas las frutas de verano. Muero por las cerezas, los melocotones, los albaricoques, las frambuesas… Todas ellas nos apasionan en casa. Ya sea en su estado natural, convertidas en sorbetes, galletas, tartas, bizcochos o nutritivos smoothies, su sabor es absolutamente fresco y delicioso. Por eso, siempre por estas fechas hago buen acopio de las últimas frutas del verano y las conservo de diferentes maneras para seguir disfrutando de ellas durante todo el año.
Seguro que te estarás diciendo que hoy en día tenemos casi de todo durante todo el año, ¿verdad? Y sí, tienes razón. Pero ya sabes que aprovechar la temporada de los alimentos es algo que debemos hacer por varias y saludables razones. La mas importante, es que no hay que olvidar que los procesos que se utilizan para controlar y forzar el crecimiento de frutas o verduras fuera de su temporada, impactan notoriamente en su sabor, olor, color, por supuesto, en su valor nutricional y como no, en su precio.
Razones para consumir fruta de temporada
- Son más saludables y mucho más nutritivas, ya que su crecimiento y maduración se desarrolla respetando los ciclos de naturaleza.
- Son más económicos porque el aumento de la oferta ejerce presión en su precio sobre todo al ser alimentos perecederos.
- Apoyamos y ayudamos a la agricultura local consumiendo producto de temporada ayudamos a reducir el impacto ambiental ya que los alimentos de estación frecuentemente son producidos cerca de nuestra localidad.
Así que, si ahora mismo te estás preguntando qué hacer con las últimas frutas: albaricoque, melocotones, nectarinas, paraguayas, melón, sandía, ciruelas, cerezas, frambuesas, arándanos… del mercado, voy a contarte una serie de buenas ideas.
Congelar la fruta de verano
Hay algunas frutas que merece la pena congelar como es el caso de las bayas: frambuesas, fresas, arándanos, moras… pero también el mango, la papaya, el melón o el melocotón dan un buen resultado,
Si tienes fruta congelada tendrás siempre un delicioso y colorido postre en invierno.
¿Cómo congelar fruta?
- Asegúrate de lavarla y secarla muy bien con un paño limpio.
- En el caso de las frutas como el melocotón, albaricoques, ciruelas o similares deben guardarse sin hueso y cortados en rodajas o picados en cubos.
- El melón, el mango, la papaya y la piña también han de estar limpios y libre de piel, semillas o pipas.
- Colócalas en bolsas de zip en una sola capa plana intentando eliminar todo lo posible el aire de las bolsas para minimizar las quemaduras.
Truco para hacer el vacío
Puedes extraer el aire de las bolsas de congelación, casi por completo de dos maneras:
- Cierra la bolsa dejando abierta una esquinita. A continuación, introduce una pajita por el extremo de la bolsa que no has cerrado y aspira el aire hasta que la bolsa quede pegada a lo que vas a congelar.
- Cierra igualmente la bolsa con el alimento y deja una esquina abierta. Llena un recipiente grande de agua e introduce lentamente la bolsa. De esta manera el aire se va expulsando siendo eliminado por la abertura que has dejado libre. Al ser la presión del agua mayor que la del aire, hace que el aire vaya saliendo de la bolsa hasta que el envase se vacía por completo.
Postres rápidos con frutas congeladas
Sorbete de melón
En un procesador tritura el melón con zumo de limón, ralladura y jarabe de arce al gusto. Presenta con unos fideos de chocolate y coco rallado. También lo puedes hacer con fresas o arándanos.
Helado de yogur y frambuesas
Mezcla 350 g de frambuesas congeladas con 140 ml de crema de nata, un yogur natural griego, una cucharada de pasta de vainilla y dos cucharadas de melaza o sirope de arce.
Luego congela en un recipiente tapado durante unos 30 minutos y ya puedes servir tu helado con chocolate blanco rallado y hojuelas de coco tostadas. (es la carne del coco en trocitos, horneada lentamente para lograr una consistencia crujiente)
Clafoutis de cerezas
Remoja 350 gramos de cerezas en Kisrch que es un aguardiante destilado de cerezas silvestres durante una hora con un poco de panela.
Mezcla en un bol hasta conseguir una masa: 75 g de harina y 100 de panela. Luego agrega dos huevos uno por uno, seguido de ½ cdta de extracto de vainilla, 150 ml leche y 25 gr de mantequilla derretida.
Vuelca las cerezas en un recipiente, vuelca la masa sobre ellos y hornea a 180º durante 45 minutos o hasta que veas que se ha creado una capa dorada y los bordes comienza a separarse del molde.
Mermelada de melocotón
Con este proceso de preparación de mermelada puedes usar cualquier fruta: paraguayas, albaricoques, nectarinas etc…
Pela los melocotones, elimina el hueso central, corta en gajos y pésalos. Vuelca los melocotones en una cazuela con la mitad de su peso en azúcar y añade un limón lavado cortado en cuatro sin semillas que va actuar como espesante.
En el momento que comience a burbujear baja la intensidad el fuego y déjalo sin tapar durante 40-50 minutos. Esto dependerá de la consistencia que te guste. En este tiempo machaca la fruta con un tenedor para romperla en pequeños pedacitos.
Para ver exactamente su espesor pon una pequeña cantidad de mermelada en un plato y esperad un minuto para que enfríe. Así verás la textura que tendrá. Recuerda que cuanto más enfríe más espesa.
Deshidrata la fruta y haz golosinas para los niños
Perfecto para frenar el hambre de la mañana o de la tarde. Puedes deshidratar, fresas, cerezas, kiwi, manzana, mango, papaya, melocotón…. Es un tentempié súper sano y súper rico para toda la familia y el capricho perfecto para frenar las ansías de comer dulce. Además, a diferencia de las frutas secas que puedes encontrar en el supermercado, ésta receta no contiene nada de azúcar añadida.
Una vez las hagas y las pruebes, verás que puedes usarla en múltiples recetas: añadirlas en tus pasteles, magdalenas o, incluirlas en el yogur, en un helado o en el porridge de avena del desayuno.
Para hacerlo debes seleccionar las mejores piezas y lavarlas muy bien. Tú decides si pelarlas o no, pero debes tener en cuenta que las pieles se vuelven más duras en este proceso.
Una vez estén lavadas y secas córtalas en rodajas muy finas con ayuda de una mandolina y todas con el mismo grosor.
Colocalas en la rejilla del horno para que el horno circule alrededor de las frutas e introduce en el horno precalentado a 95º durante 5 horas.
Otras recetas
Por supuesto con la fruta congelada puedes hacer infinidad de recetas más; desde incluirlas en todo tipo de bizcochos, muffins, tartas y tortitas a unas tostadas francesas horneadas con frutas, sorbetes, granizados, hasta preparar salsas para acompañar a las carnes blancas o incorporar a una rueda de queso camembert y templar en el horno para que fundan los sabores.
¿Has probado alguna de estas ideas con fruta congelada?
¿Quieres que te la prepare y te la enviemos a tu casa? Si vives en Madrid, contacta conmigo a través de info@gastroamantes.com y te doy todos los detalles.
Si decides hacer alguna de estas ideas que te he contado, toma una foto y etiquétala con el hashtag #gastroamantes. ¡Me encantará ver tus creaciones en Instagram y Facebook !