No hay nada que siente mejor en los fríos días de invierno que un delicioso y caliente plato de garbanzos con tomate y liebre. Una excelente combinación de sabores que harán que te sientas en la gloria nada más probarlos.
La variedad ideal de garbanzos para elaborar esta receta son ¡los castellanos!. eso sí, asegúrate de que sean de calidad. No es una legumbre excesivamente cara y podemos seleccionar los mejores, ya que de ellos depende en gran parte el resultado final de este plato
El castellano tiene un tamaño mediano, es redondeado y algo más amarillento que sus hermanos. Al ser de una clase superior, les recubre una piel fina que no se desprende al cocinarse y que además facilita su capacidad de absorber mágicamente todos los aromas que tiene cerca.
Para acompañarles he elegido la carne magra de la liebre. Tierna y muy sabrosa, cocinada con el aromático romero acentúa aún más su peculiar sabor a campo. No te preocupes sino encuentras liebre, también puedes utilizar conejo, su sabor es más suave, su carne más blanca, y resulta una muy buena opción para hacer brillar a esta riquísima receta.
Garbanzos con tomate y liebre
Ingredientes
- 1 liebre troceada
- 350 g garbanzos castellanos cocidos
- 1 cebolla blanca
- 1 cebolla roja
- 6 dientes de ajo
- harina de maíz
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 1 ramillete de romero
- 1 hoja de laurel
- 400 g tomates rojos
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
Elaboración paso a paso
- Salpimienta y enharina la liebre.En una cazuela baja pon una fina capa de aceite de oliva, el ramillete de romero, el laurel y los ajos enteros. Sella muy bien la liebre por los dos lados para que todos sus jugos permanezcan en el interior. Una vez esté dorada retira dejando los ajos y el romero en la cazuela.
- Añade un poquito más de aceite de oliva, rehoga la cebolla blanca y la roja cortada en láminas. Cuando comience a brillar y a oler rico, incorpora la cucharadita de semillas de comino y fríe todo junto durante un par de minutos. Agrega los garbanzos con una taza de agua de la cocción y una vez empiece a hervir regresa de nuevo la liebre. Cocina todo junto hasta que reduzca gran parte del caldo, unos 30-40 minutos aproximadamente.
- Cuando reduzcan los líquidos retira a un plato la liebre.
- Tritura los tomates hasta obtener un puré, pásalos por un colador de malla fina para eliminar todos los sólidos y vuélcalo a los garbanzos. Mezcla para integrar, sazona al gusto y mantén a fuego medio durante 20 minutos más.
- Presenta poniendo primero los garbanzos en el plato y después la liebre. Decora con unas ramitas de romero y a disfrutar.
Notas
- Para cocer los garbanzos, ponlos a remojo la noche anterior en agua caliente y por la mañana los vuelcas en una cazuela express junto a una cebolla entera, unos dientes de ajo y una hoja de laurel. Los cubres con agua caliente, cierras con la tapadera y cuando suban las anillas baja la intensidad del fuego y mantén 5 minutos más.
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