Salmorejo, es tomate, es miga de pan, es ajo y es nuestro aceite de oliva. Cuatro ingredientes rebosantes de virtudes que juntos viven en perfecta armonía para regalarlos unos de nuestros platos más andaluces y reconocidos.
Pero no siempre fue así, su antecesor, la mazamorra, se hacía con pan, agua, almendras, ajo, vinagre y aceite de oliva. Era el alimento básico de las tropas romanas hasta que en siglo XVIII se empezó a cultivar el tomate y se le incluyó como ingrediente estrella para pasar a tener la identidad de salmorejo.
Para hacer esta espesa crema fría debes tener en cuenta algunos trucos sencillos e imprescindibles que harán que consigas un salmorejo con una textura, color y sabor insuperables. Mi abuela, siempre decía que todas las recetas que se sirven en frío necesitan un poco de magia para despertar los sentidos de las papilas gustativas, ya que el calor en los alimentos es un delicado potenciador de sabor con el que no cuentan muchos de los platos veraniegos.
Quizás por eso, al salmorejo también siempre se lo acompaña de un buen jamón ibérico y un huevo cocido. Dos buenos amigos, que juntos hacen el trío perfecto para comer bonito.
Salmorejo, la receta de mi abuela
Ingredientes
- 1 kg tomates rojos
- 100 g pan candeal
- 1 diente ajo
- 2 cdas vinagre de vino
- 120 ml aceite de oliva
- sal al gusto
- 2 huevos
- taquitos de jamón ibérico
Elaboración paso a paso
- Pela el ajo y retira el germen central. Lava los tomates, elimina el pedúnculo, córtalos en cuartos y tritura en un procesador de alimentos asegurándote bien de obtener la consistencia de un puré. Después pasa el resultado por un colador de malla fina presionando con la mano de un mortero para eliminar más rápidamente las pieles y las semillas.
- Sumerge el pan en el puré de tomate y deja que ablande por unos minutos.
- Seguido vuelve a introducir todo en el vaso batidor y tritura de nuevo incorporando lentamente el aceite por la boca de entrada de los alimentos. Sazona al gusto y por último añade el vinagre. Verás que en este paso su tonalidad cambia a un intenso color naranja.
- Presenta tu salmorejo con huevo cocido y un buen jamón ibérico.
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