No soy muy amante del alcohol, pero en estos días de fiesta el recibir a mi familia y amigos con un cóctel original y escandalosamente rico ya se ha convertido en un habitual de la Navidad. Es una manera de iniciar la velada todos los juntos y brindar por los encuentros que nos regalan estas fechas.
Este sofisticado, cremoso y sencillisimo cóctel de chirimoya se prepara en dos pasos y aunque entretiene un poco limpiar esta fruta y retirar todas las semillas bien merece la pena el tiempo que invertimos.
Existe un truco para seleccionar la mejor y más dulce chirimoya; cuando vayas a comprarlas asegúrate de que tenga poco dibujos en su piel ya que cuantos menos dibujos, menos pepitas. También debes tener en cuenta su maduración, ya que si está excesivamente madura su carne presentará granitos que no son muy agradables al paladar y aunque siempre se puede pasar el resultado por un colador para aterciopelar la textura, has de saber reconocer su punto exacto de consumo, que no es otro que acariciar la chirimoya y sentir que su piel no ofrece ninguna resistencia.
Este cóctel de chirimoya también lo puedes preparar sin alcohol, así los más pequeños de la casa podrán sumarse al brindis que dará paso a vuestra comida o cena de Navidad. ¡Que lo disfrutéis!
Ingredientes
para 4 personas• 2 chirimoyas maduras
• 4 mandarinas
• pisco (aguardiente de uvas)
• hieloTiempo de preparación
15 minutosDificultad
Baja
Paso 1
Limpia bien la chirimoya para extraer toda su carne y ponla en un vaso batidor junto al jugo de las mandarinas.
Paso 2
Triturar hasta conseguir una suave y ligera crema.
Paso 3
Incorpora la mezcla a una coctelera junto con el hielo y añade pisco al gusto.
Ahora cierra y hazla bailar con energía.
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