Cada día descubro que la comida nunca podrá ser monótona ni anodina. Cuando digo a mis amigas que en casa es difícil repetir un plato en todo un mes, se echan las manos a la cabeza. Pero esto no quiere decir que en casa comamos cosas extravagantes o muy diferentes, ¡para nada!, simplemente, me permito jugar con los ingredientes y los colores que veo en los mercados para crear platos deliciosos, saludables y por supuesto atrayentes a las miradas, como estos sencillos tallarines con salsa de calabaza y guisantes que son excitantemente agradables y bonitos. caldo de verduras
Ahora estamos en plena temporada de calabaza, a la que llaman la cenicienta de las verduras, así que mi consejo es que no dudes en comprarla y asarla al horno con frescas hierbas aromáticas, o hacer con ella una aterciopelada crema, una sopa, o un postre. Además esta verdura contiene un 90% de agua en su composición, muy pocas calorías y su contenido en hidratos de carbono también es bastante escaso.
Igualmente la calabaza es un alimento extraordinario que nos ofrece una riqueza de vitaminas y minerales que no debemos desaprovechar; así que anímate a preparar confituras, ponerla cruda en tus ensaladas o freír sus semillas en aceite de oliva para obtener un saludable tentempié.
Tallarines con salsa de calabaza y guisantes
Ingredientes
- 500 g tallarines
- 400 g calabaza o una rodaja gruesa
- 1 cebolla grande
- 200 g guisantes frescos
- 1 vaso de caldo de verduras casero
- 1/2 cda cúrcuma en polvo
- copos de chile opcional
- 100 ml nata baja en grasa
- 1/2 vaso leche
- 4 cdas aceite de oliva
- sal
- pimienta
- pizca nuez moscada
Elaboración paso a paso
- Cocina los tallarines al dente y reserva.
- En una sartén pon a calentar tres cucharadas de aceite de oliva y rehoga la cebolla cortada en brunoisse (pequeños dados de un centímetro y medio aproximadamente) junto a la calabaza rallada. Salpimienta al gusto y si eres amante del picante añade unos copos de chile para darle un toque más alegre.
- Cuando consigas una textura tierna y blanda añade la nata, el caldo de verduras, la leche, y cocina hasta obtener la apariencia de un puré ligero, presionando con la espátula para deshacer los trocitos más grandes.
- Incorpora los tallarines a la sartén e integra suavemente para que la pasta se impregne de estos deliciosos sabores que has creado.Escalda los guisantes y añádelos a tus tallarines.
Notas
- Para acelerar el proceso de cocción cuando pongas a calentar el agua cúbrela con una tapadera. Y si has funcionado en los últimos minutos con el agua caliente del grifo, pon agua caliente en tu cazuela.
- Añade siempre abundante agua, la pasta debe sentirse libre de moverse dentro de ella, o de lo contrario se te pegará. Eso sí, nunca más de 3/4 partes para que el agua no salga cuando comience a burbujear con fuerza, por lo procura elegir una cazuela con el tamaño adecuado.
- Al agua no se le pone sal, pero si quieres, puedes añadir una nota de sabor incorporando una hoja de laurel o una ramita de albahaca.
- La pasta se vuelca a la cazuela cuando el agua está en su punto más alto de ebullición.
- Dependiendo de la calidad y tipo de pasta, vigila el tiempo de cocción para obtener un punto al dente. Y recuerda siempre, que cuando mejor sea su calidad, mayor será su sabor.
- Mezcla de vez en cuando para que la pasta se sienta libre y retira la cazuela del fuego un par de minutos antes del tiempo que marca el fabricante.
- Escurre la pasta y reserva siempre un vaso de agua de la cocción, que te servirá para aligerar las salsas que van acompañarla o para recalentar la pasta en caso de que te sobre.
- La pasta te sabrá mucho más rica si templas en plato en el microondas durante 30 segundos.
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